El sufrimiento docente

La vida de un docente es una vida muy complicada. Pocos saben lo que se esconde tras esa paciencia y facilidad de palabra a la hora de explicar un tema. Sin importar qué especialidad enseñe, el docente tiene algo en común: trabaja horas de más y está mal remunerado por sus servicios.

Esa es la realidad. De mi personal, a veces me he burlado de los docentes de educación básica regular y de universidad por las tantas huelgas que hacen; huelgas que hacen solo para exigir sus derechos, para pedir urgentemente una mejor remuneración, porque sienten que necesitan mejorar su calidad de vida y la de su familia sin dejar su pasión por la enseñanza.

El docente gasta horas desarrollando su material. Esta obligado a cumplir un horario, a estar presente en todas las festividades, a soportar quizás a directores egocéntricos y sin calidad profesional. Tiene que levantarse aún más temprano para atender a su familia y para ponerse al día en marcos pedagógicos que suman a tener que pasar exámenes de mérito para conseguir un nombramiento o un contrato, ambos que de por sí están supeditados a una mafia de directores que cobran cupo para colocarlos en sus colegios. Tiene que leer, tiene que informarse, tiene que llegar como sea a los estudiantes.

El docente tiene que sacrificar horas vitales para orientar al futuro del país. Aguantar los malos tratos de los padres y la audiencia que la prensa llena de negativismos por índices que no sabemos si son reales. Tiene que ingeniarselas para darle a su familia algo, tiene que buscar salidas donde la mejor sería cambiar de carrera, pero ama su carrera.

Sin importar si es en educación básica regular, educación técnica, educación técnica superior, educación universitaria o solo cursos de capacitación. El docente es el mismo ser humano que siente y es menospreciado pese que su talento es único e imprescindible. A veces baja tanto la guardia que un simple suspiro se convierte en una grata pero apuñaladora distracción. Y aún así, aún con todo, da lo mejor de sí mismo para salir adelante.

Ojalá pronto la realidad económica del docente peruano mejore a mucho mejor. Que los sueldos sean buenos, que accedan a capacitacioones pedagógicas gratuitas más seguido, que alcancen incentivos para seguir capacitándose, que logren beneficios gratos. Un mejor trato, ya sea en la entidad pública como también en la privada.

Déjenme decir que el docente más mal pagado es el de la entidad privada. Los CETPROS explotan al docente y hasta llegan a maltratarlo, incluso lo ponen en una situación similar a una trata de personas para trabajar, porque parece un esclavo de los horarios con beneficios muy cortados que no llegan a cubrir ni la cuarta parte de la canasta básica. El nivel de informalidad con que se administra los CETPROS es peor, siendo que tienen exigencias bajo ley procurar de alguna manera ladear esas exigencias y dejarlos como esclavos de un trabajo y no laboradores de una profesión. Con todo el docente lucha todos los días.

Y seguirá luchando.. Que las leyes se pongan firmes también para los CETPROS privados así como alcanzan a las entidades públicas, que haya más justicia, que haya más equidad, que haya más control en esos establecimientos porque se está explotando al docente como a un esclavo sin sentimientos. Ojalá el sector educación mejore tanto en pública como privada, que el hombre deje de explotar al hombre. Que el mérito de ser educador sea realmente un mérito y no se estafe a quienes tratan día a día de instruir.



Y ahí unas fotos. Probé la docencia en carne y hueso y la verdad que no es lo mío ganar muy poco dinero y trabajar como burro. Quisiera que todos los docentes que tienen pasión por la enseñanza alcanzará una mejor calidad de vida y pudieran darle lo que desean a su familia. Estoy contento de haber tenido esta experiencia de cerca con la docencia. 6 meses enseñando ofimática en un CETPRO privado me han enseñado que el docente sufre mucho, muchísimo y es poco valorado (más en el sector privado).

Lo mío es la administración, pero esta transición por la docencia me deja una durísima lección. Como profesional en algún momento me enfocaré en trabajar para mejorar esto. Se ríe y se llora. Grata experiencia pero ya es tiempo de dejarla para hacer lo mío.

¡Dios bendiga al docente peruano!
¡Dios bendiga al docente que se encuentra en cualquier parte del mundo!


Giovanni Mori Ramirez, Redactor y Fotógrafo Freelance. Dios te bendiga. ¡Deja tu comentario! ¡¡¡Gracias por tu Visita y No olvides regresar!!!

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