De que trata el libro de Génesis?
Génesis, que es el libro de los principios. Al leerlo nos sitúa de
nuevo en el amanecer de la historia de la humanidad, pero a pesar de eso
es tan actual como el periódico de mañana y eso es, nuevamente, una
marca de la inspiración divina tras este libro, del aliento de Dios
El Génesis no es solo historia porque evidentemente sería de poca importancia para nosotros de ser solo eso, pero el libro del Génesis es uno de los más tremendos mensajes que puedan pronunciarse en una sola declaración, que nos revela la insuficiencia del hombre sin Dios. Ese es el único propósito del libro y por ello es la nota clave de la revelación posterior de Dios. Revela que el hombre no puede nunca estar completo sin Dios, que no puede nunca descubrir ni cumplir con el verdadero significado de la vida sin tener una auténtica relación personal con un Dios que more en él.
La insuficiencia se nos muestra en tres ámbitos, ámbitos en los que todos nosotros vivimos. Primero en el ámbito de las relaciones naturales, por medio de lo que llamamos las ciencias naturales: la cosmología, el estudio del universo, su origen y composición; luego la geología, acerca de la tierra, en sus multiformes aspectos, acerca de los cuales creemos conocer tanto en la actualidad y la biología, el estudio de la vida misma en todas sus manifestaciones. Estas relaciones naturales son las que circunscriben nuestro contacto con el mundo físico que nos rodea.
El segundo aspecto es el ámbito de las relaciones humanas, que abarcan lo que llamamos sociología, psicología, psiquiatría, juntamente con otros "psicos a los que tanta importancia se concede hoy.
Y finalmente, el ámbito de las relaciones espirituales, es decir, la teología, la soteriología y la filosofía. En relación con cada uno de estos aspectos vitales, incluyendo muchos de los detalles que nos interesan, el libro de Génesis revela que el hombre separado de Dios es totalmente insuficiente. Este mensaje resuena a lo largo de todo el libro como si fuese una campana.
Permítanse mostrarles lo que quiero decir. Los dos primeros capítulos tienen que ver principalmente con el mundo de la naturaleza. Este libro comienza con el hecho material más importante de nuestro mundo hoy, el hecho de que vivimos en un universo. Somos conscientes de ello cuando nos colocamos bajo las estrellas, en número interminable, como luces brillantes en los cielos y nos maravillamos ante el movimiento de los cuerpos celestiales, algo que el hombre ha contemplado con reverencia y un espectáculo ante el que se ha quedado maravillado durante siglos.
Es justo en este punto en el que empieza la Biblia a ofrecernos respuestas a las preguntas a las que no pueden contestar los científicos. ¿Qué es lo que hace que funcione el universo? ¿De dónde salió? ¿Quién nos creó? ¿Para qué estamos aquí?
Lo interesante sobre el Génesis es que empieza exactamente donde acaba la ciencia. Hay que admitir que ofrece respuestas relacionadas con la fe, pero nunca una fe que transgreda la razón humana. La ciencia está siempre mirando al pasado y el Génesis empieza donde está investigando la ciencia. Si lo vemos de ese modo nos encontramos con que no existe un conflicto esencial. Aquí tenemos un libro que esta sencillamente tratando un tema con el que la ciencia no se ha planteado y, de hecho, que no se planteará: la clave del misterio de la vida humana.
En los capítulos tres al seis nos encontramos con el ámbito de las relaciones humanas y aparece el hombre en escena. Este libro revela que la unidad básica de la sociedad es la familia y entre diez y veinte mil años de la historia humana no se ha producido ningún cambio en relación con este planteamiento y la familia sigue siendo el elemento básico de la vida humana en la actualidad.
Estos capítulos revelan también el fracaso del hombre en esta relación básica, porque el hombre ha intentado ser hombre sin contar con Dios y el resultado, como es natural, ha sido la introducción del principio del pecado. El pecado es, por así decirlo, como ese atornillador que ha sido echado en la maquinaria humana y hace que nos comportemos como lo hacemos. Al leer este relato verán ustedes cómo rechazo Caín a Dios y se convirtió en un asesino. Se marchó y fundó una civilización que acabó en apostasía y con el diluvio. Cuando Lot intentó alejarse de Dios, para evitar que influenciase su vida, destruyó a su familia como resultado de ello.
Finalmente, en la última parte del libro, que es una extensa sección que empieza a mitad del capítulo seis hasta el cincuenta, tenemos el ámbito de las relaciones espirituales. Es la parte más larga de este libro porque es la más importante para el hombre, su espíritu y la relación de éste con Dios. Esta es la historia de cinco hombres. Si recuerda usted las vidas de estos cinco hombres y lo que significan, tendrá usted casi todo el Génesis en la palma de su mano. Son Noé, Abraham, Isaac, Jacob y José.
Génesis revela en la historia de estos hombres lo que siempre está buscando el hombre. ¿Saben ustedes lo que es? Creemos que lo que buscamos son cosas, pero sabemos que las cosas no son en realidad lo que queremos.
Ahora nos revela de qué modo hombres que no creyeron ni obedecieron a Dios buscaron en vano estas cosas. Durante un tiempo Jacob, como sabemos, se negó a obedecer a Dios e insistió en hacer las cosas a su manera. Va y se convierte en un nómada y un siervo contratado por su tío. Acabó no solo siendo un impostor al que engañaron y su vida se hunde. Hasta Abraham duda ocasionalmente, va a Egipto y cae en el pecado de la mentira y del adulterio y una vez más la vida se viene abajo.
Pero si este libro, es decir el Génesis, pone de manifiesto la insuficiencia del hombre sin Dios, también revela la suficiencia del hombre con Dios y ese es el mensaje de gran importancia. En las relaciones naturales vemos que con Dios el hombre es soberano. ¡Si tan solo hubiera conocido a Adán antes de la caída! Debió de ser un personaje magnífico. ¡Qué tremendo poder y conocimiento debió tener acerca de los secretos de la naturaleza! Cuando echamos un vistazo al Nuevo Testamento y leemos acerca de los milagros realizados por el Señor Jesús caminando sobre las aguas, transformando el agua en vino, calmando la tempestad con una palabra y nos decimos a nosotros mismos: "Así es como obra Dios. Pero el Antiguo Testamento dice: "no, no es Dios, es el hombre. Eso es lo que debería haber sido el hombre, soberano, el rey del mundo.
Esto es algo que se pone de manifiesto en la vida de cinco hombres. Repasemos rápidamente lo que dice. Noé es una imagen de la regeneración, un hombre que pasó por la muerte como figura. Estuvo a ambos lados del diluvio y fue preservado en el arca, al pasar por las aguas del juicio, por las aguas de la muerte, para salir a un nuevo mundo y a una nueva vida. Los imaginativos escritores de nuestros días están siempre intentando escribir un libro para describir lo que sucedería después de que un holocausto atómico hubiese eliminado completamente la vida de la faz de la tierra y cómo sería para una pareja nueva comenzar en un mundo así. Pero ninguno de ellos parece darse cuenta de que eso fue precisamente lo que sucedió en la historia de Noé y el diluvio. Ninguno de ellos parece haber captado el romance de Noé y su familia comenzando otra vez en una nueva tierra. Sin embargo, son una imagen de la regeneración, del comienzo de la vida como cristiano que pasa de la muerte a la vida (en Cristo) exactamente como lo hizo Noé después del diluvio.
A continuación viene Abraham y ¿qué es lo que nos enseña? La justificación por la fe. Era el caso de un hombre que vivía por fe. Todo lo que hacía le era dado, sin mérito por su parte, sin que hiciese el menor esfuerzo, pero Dios le guío y Abraham se apartó de las promesas y descubrió que la promesa de Dios era verdad. Su fe fue puesta ocho veces dramáticamente a prueba, así que si alguna vez tienen ustedes que pasar por pruebas de fe, lean la vida de Abraham. Encontrarán ustedes en su vida circunstancias similares a las que puedan estar pasando ustedes. Abraham nos enseña lo que significa ser justificados, ser amigo de Dios por medio de la fe.
A continuación está la fe de Isaac, que es una preciosa imagen de lo que es un hijo, lo que es ser hijo de Dios. Si hubo alguna vez un niño mimado, consentido y acariciado por su padre, ese fue Isaac. Fue el hijo, en el mas amplio sentido de la palabra. En la visión que nos ofrece este libro de él vemos lo que significa ser el hijo amado por el corazón de su padre. Y creo que no hay mensaje más necesario que el de Isaac como ejemplo maravilloso, acerca de cómo Dios nos mira Dios y nos llama los hijos amados de su corazón. "Amados, ahora somos hijos de Dios nos dice Juan, "y aún no se ha manifestado lo que seremos, pero seremos semejantes a él. (1ª de Juan 3:2)---seremos como Cristo.
A continuación nos encontramos con el relato de Jacob, que fue un pícaro, un intrigante, el hombre que estaba convencido de que podía vivir solo, gracias a su ingenio y a sus propios esfuerzos. Se dedicaba a engañar a todo el mundo y acabó siendo víctima del engaño. Jacob es una preciosa imagen de la santificación, esa maravillosa obra de Dios en la que nosotros, en nuestra insensatez, intentamos vivir la vida conforme a la energía de la carne, y nos vemos llevados a situaciones que hacen que nos sintamos arrinconados y en las que por fin, al igual que Jacob luchando con el ángel, descubrimos que Dios nos está hablando y nos damos por vencidos. Y cuando dejamos de esforzarnos, empezamos a vivir. Eso fue lo que hizo Jacob cuando renunció al Arroyo de Peniel, sabiendo que Esaú estaba esperando con un grupo de hombres armados dispuestos a quitarle la vida. Luchó con el ángel de Dios junto al arroyo; fue ahí precisamente donde Dios quebrantó a Jacob. Y como hombre quebrantado, teniendo que cojear durante el resto de su vida, se convirtió en Israel, príncipe de Dios. ¡Qué gran lección es esta! Algunos de nosotros estamos pasando ahora misma por esa experiencia. ¡Qué gran estímulo para nosotros!
Ahora nos encontramos con la última imagen, la de José, la glorificación. El hombre amado por su padre y maltratado por sus hermanos. Mientras pasa por esta relación terrenal se ve sacado de repente de la oscuridad de la prisión, para vivir en la gloria del trono del faraón, donde reina y gobierna como el segundo más importante del reino. Esta es la imagen de la verdad para el creyente. ¿Qué es lo que esperamos al acercarse la muerte? ¿No será la de ser trasladados de la oscuridad de esta existencia terrenal, de esta prisión en la que vivimos nuestros años, a ser de repente llevados ante el trono y la presencia de Dios mismo.
El mensaje final de Génesis es que Dios es absolutamente necesario para que la vida sea completa y sin él no podemos entender el mundo que nos rodea. No podemos entendernos a nosotros mismos ni a nuestro prójimo ni a Dios mismo.
No hallaremos nunca ninguna respuesta sin Dios, pero si se han apartado ustedes o han excluido a Dios y se han sentido desgraciados y tristes, han sentido la oscuridad, la inutilidad, el vacío y el aburrimiento, todo aquello que es el resultado de que el hombre intente vivir sin él, Génesis nos dice que si volvemos al principio de la fe en Dios encontraremos ayuda, sanidad espiritual y la felicidad en todos los ámbitos de la vida. Dios es el secreto de la vida humana, esta es la primera y la última nota que hallamos en la Biblia.
Arturo Treviño. Dios te bendiga y te guarde
Giovanni Mori Escritor y Fotógrafo Freelance. Dios te bendiga. ¡Deja tu comentario! ¡¡¡Gracias por tu Visita y No olvides regresar!!!
El Génesis no es solo historia porque evidentemente sería de poca importancia para nosotros de ser solo eso, pero el libro del Génesis es uno de los más tremendos mensajes que puedan pronunciarse en una sola declaración, que nos revela la insuficiencia del hombre sin Dios. Ese es el único propósito del libro y por ello es la nota clave de la revelación posterior de Dios. Revela que el hombre no puede nunca estar completo sin Dios, que no puede nunca descubrir ni cumplir con el verdadero significado de la vida sin tener una auténtica relación personal con un Dios que more en él.
La insuficiencia se nos muestra en tres ámbitos, ámbitos en los que todos nosotros vivimos. Primero en el ámbito de las relaciones naturales, por medio de lo que llamamos las ciencias naturales: la cosmología, el estudio del universo, su origen y composición; luego la geología, acerca de la tierra, en sus multiformes aspectos, acerca de los cuales creemos conocer tanto en la actualidad y la biología, el estudio de la vida misma en todas sus manifestaciones. Estas relaciones naturales son las que circunscriben nuestro contacto con el mundo físico que nos rodea.
El segundo aspecto es el ámbito de las relaciones humanas, que abarcan lo que llamamos sociología, psicología, psiquiatría, juntamente con otros "psicos a los que tanta importancia se concede hoy.
Y finalmente, el ámbito de las relaciones espirituales, es decir, la teología, la soteriología y la filosofía. En relación con cada uno de estos aspectos vitales, incluyendo muchos de los detalles que nos interesan, el libro de Génesis revela que el hombre separado de Dios es totalmente insuficiente. Este mensaje resuena a lo largo de todo el libro como si fuese una campana.
Permítanse mostrarles lo que quiero decir. Los dos primeros capítulos tienen que ver principalmente con el mundo de la naturaleza. Este libro comienza con el hecho material más importante de nuestro mundo hoy, el hecho de que vivimos en un universo. Somos conscientes de ello cuando nos colocamos bajo las estrellas, en número interminable, como luces brillantes en los cielos y nos maravillamos ante el movimiento de los cuerpos celestiales, algo que el hombre ha contemplado con reverencia y un espectáculo ante el que se ha quedado maravillado durante siglos.
Es justo en este punto en el que empieza la Biblia a ofrecernos respuestas a las preguntas a las que no pueden contestar los científicos. ¿Qué es lo que hace que funcione el universo? ¿De dónde salió? ¿Quién nos creó? ¿Para qué estamos aquí?
Lo interesante sobre el Génesis es que empieza exactamente donde acaba la ciencia. Hay que admitir que ofrece respuestas relacionadas con la fe, pero nunca una fe que transgreda la razón humana. La ciencia está siempre mirando al pasado y el Génesis empieza donde está investigando la ciencia. Si lo vemos de ese modo nos encontramos con que no existe un conflicto esencial. Aquí tenemos un libro que esta sencillamente tratando un tema con el que la ciencia no se ha planteado y, de hecho, que no se planteará: la clave del misterio de la vida humana.
En los capítulos tres al seis nos encontramos con el ámbito de las relaciones humanas y aparece el hombre en escena. Este libro revela que la unidad básica de la sociedad es la familia y entre diez y veinte mil años de la historia humana no se ha producido ningún cambio en relación con este planteamiento y la familia sigue siendo el elemento básico de la vida humana en la actualidad.
Estos capítulos revelan también el fracaso del hombre en esta relación básica, porque el hombre ha intentado ser hombre sin contar con Dios y el resultado, como es natural, ha sido la introducción del principio del pecado. El pecado es, por así decirlo, como ese atornillador que ha sido echado en la maquinaria humana y hace que nos comportemos como lo hacemos. Al leer este relato verán ustedes cómo rechazo Caín a Dios y se convirtió en un asesino. Se marchó y fundó una civilización que acabó en apostasía y con el diluvio. Cuando Lot intentó alejarse de Dios, para evitar que influenciase su vida, destruyó a su familia como resultado de ello.
Finalmente, en la última parte del libro, que es una extensa sección que empieza a mitad del capítulo seis hasta el cincuenta, tenemos el ámbito de las relaciones espirituales. Es la parte más larga de este libro porque es la más importante para el hombre, su espíritu y la relación de éste con Dios. Esta es la historia de cinco hombres. Si recuerda usted las vidas de estos cinco hombres y lo que significan, tendrá usted casi todo el Génesis en la palma de su mano. Son Noé, Abraham, Isaac, Jacob y José.
Génesis revela en la historia de estos hombres lo que siempre está buscando el hombre. ¿Saben ustedes lo que es? Creemos que lo que buscamos son cosas, pero sabemos que las cosas no son en realidad lo que queremos.
Ahora nos revela de qué modo hombres que no creyeron ni obedecieron a Dios buscaron en vano estas cosas. Durante un tiempo Jacob, como sabemos, se negó a obedecer a Dios e insistió en hacer las cosas a su manera. Va y se convierte en un nómada y un siervo contratado por su tío. Acabó no solo siendo un impostor al que engañaron y su vida se hunde. Hasta Abraham duda ocasionalmente, va a Egipto y cae en el pecado de la mentira y del adulterio y una vez más la vida se viene abajo.
Pero si este libro, es decir el Génesis, pone de manifiesto la insuficiencia del hombre sin Dios, también revela la suficiencia del hombre con Dios y ese es el mensaje de gran importancia. En las relaciones naturales vemos que con Dios el hombre es soberano. ¡Si tan solo hubiera conocido a Adán antes de la caída! Debió de ser un personaje magnífico. ¡Qué tremendo poder y conocimiento debió tener acerca de los secretos de la naturaleza! Cuando echamos un vistazo al Nuevo Testamento y leemos acerca de los milagros realizados por el Señor Jesús caminando sobre las aguas, transformando el agua en vino, calmando la tempestad con una palabra y nos decimos a nosotros mismos: "Así es como obra Dios. Pero el Antiguo Testamento dice: "no, no es Dios, es el hombre. Eso es lo que debería haber sido el hombre, soberano, el rey del mundo.
Esto es algo que se pone de manifiesto en la vida de cinco hombres. Repasemos rápidamente lo que dice. Noé es una imagen de la regeneración, un hombre que pasó por la muerte como figura. Estuvo a ambos lados del diluvio y fue preservado en el arca, al pasar por las aguas del juicio, por las aguas de la muerte, para salir a un nuevo mundo y a una nueva vida. Los imaginativos escritores de nuestros días están siempre intentando escribir un libro para describir lo que sucedería después de que un holocausto atómico hubiese eliminado completamente la vida de la faz de la tierra y cómo sería para una pareja nueva comenzar en un mundo así. Pero ninguno de ellos parece darse cuenta de que eso fue precisamente lo que sucedió en la historia de Noé y el diluvio. Ninguno de ellos parece haber captado el romance de Noé y su familia comenzando otra vez en una nueva tierra. Sin embargo, son una imagen de la regeneración, del comienzo de la vida como cristiano que pasa de la muerte a la vida (en Cristo) exactamente como lo hizo Noé después del diluvio.
A continuación viene Abraham y ¿qué es lo que nos enseña? La justificación por la fe. Era el caso de un hombre que vivía por fe. Todo lo que hacía le era dado, sin mérito por su parte, sin que hiciese el menor esfuerzo, pero Dios le guío y Abraham se apartó de las promesas y descubrió que la promesa de Dios era verdad. Su fe fue puesta ocho veces dramáticamente a prueba, así que si alguna vez tienen ustedes que pasar por pruebas de fe, lean la vida de Abraham. Encontrarán ustedes en su vida circunstancias similares a las que puedan estar pasando ustedes. Abraham nos enseña lo que significa ser justificados, ser amigo de Dios por medio de la fe.
A continuación está la fe de Isaac, que es una preciosa imagen de lo que es un hijo, lo que es ser hijo de Dios. Si hubo alguna vez un niño mimado, consentido y acariciado por su padre, ese fue Isaac. Fue el hijo, en el mas amplio sentido de la palabra. En la visión que nos ofrece este libro de él vemos lo que significa ser el hijo amado por el corazón de su padre. Y creo que no hay mensaje más necesario que el de Isaac como ejemplo maravilloso, acerca de cómo Dios nos mira Dios y nos llama los hijos amados de su corazón. "Amados, ahora somos hijos de Dios nos dice Juan, "y aún no se ha manifestado lo que seremos, pero seremos semejantes a él. (1ª de Juan 3:2)---seremos como Cristo.
A continuación nos encontramos con el relato de Jacob, que fue un pícaro, un intrigante, el hombre que estaba convencido de que podía vivir solo, gracias a su ingenio y a sus propios esfuerzos. Se dedicaba a engañar a todo el mundo y acabó siendo víctima del engaño. Jacob es una preciosa imagen de la santificación, esa maravillosa obra de Dios en la que nosotros, en nuestra insensatez, intentamos vivir la vida conforme a la energía de la carne, y nos vemos llevados a situaciones que hacen que nos sintamos arrinconados y en las que por fin, al igual que Jacob luchando con el ángel, descubrimos que Dios nos está hablando y nos damos por vencidos. Y cuando dejamos de esforzarnos, empezamos a vivir. Eso fue lo que hizo Jacob cuando renunció al Arroyo de Peniel, sabiendo que Esaú estaba esperando con un grupo de hombres armados dispuestos a quitarle la vida. Luchó con el ángel de Dios junto al arroyo; fue ahí precisamente donde Dios quebrantó a Jacob. Y como hombre quebrantado, teniendo que cojear durante el resto de su vida, se convirtió en Israel, príncipe de Dios. ¡Qué gran lección es esta! Algunos de nosotros estamos pasando ahora misma por esa experiencia. ¡Qué gran estímulo para nosotros!
Ahora nos encontramos con la última imagen, la de José, la glorificación. El hombre amado por su padre y maltratado por sus hermanos. Mientras pasa por esta relación terrenal se ve sacado de repente de la oscuridad de la prisión, para vivir en la gloria del trono del faraón, donde reina y gobierna como el segundo más importante del reino. Esta es la imagen de la verdad para el creyente. ¿Qué es lo que esperamos al acercarse la muerte? ¿No será la de ser trasladados de la oscuridad de esta existencia terrenal, de esta prisión en la que vivimos nuestros años, a ser de repente llevados ante el trono y la presencia de Dios mismo.
El mensaje final de Génesis es que Dios es absolutamente necesario para que la vida sea completa y sin él no podemos entender el mundo que nos rodea. No podemos entendernos a nosotros mismos ni a nuestro prójimo ni a Dios mismo.
No hallaremos nunca ninguna respuesta sin Dios, pero si se han apartado ustedes o han excluido a Dios y se han sentido desgraciados y tristes, han sentido la oscuridad, la inutilidad, el vacío y el aburrimiento, todo aquello que es el resultado de que el hombre intente vivir sin él, Génesis nos dice que si volvemos al principio de la fe en Dios encontraremos ayuda, sanidad espiritual y la felicidad en todos los ámbitos de la vida. Dios es el secreto de la vida humana, esta es la primera y la última nota que hallamos en la Biblia.
Arturo Treviño. Dios te bendiga y te guarde
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