Feliz día del Trabajador
A ti, hombre que luchas día a día, que te levantas incluso a las 3:00 a.m. Para ti, hombre que utilizas tus músculos para mover el sistemá económico de tu localidad y llevar alimento para tus hijos. A ti te deseo paz de Jesucristo y las mejores bendiciones de Dios para tu vida. Y aprovecho en ensñarte un secreto: un trabajo del que nunca quedarás desempleado y pobre...
En todos los trabajos todos tenemos un contrato, pero ese contrato que genera obligaciones entre SOLICITANTE y TRABAJADOR se vence y viene el desempleo. El pan diario es la mayor preocupación de todas las cabezas de hogar en cualquier parte del mundo. Y no es neceario que digas si eres carpintero, albañil, técnico u cualquier otro oficio; o que digas que eres ingeniero, arquitecto, administrador, artista o trabajas ejerciendo cualquiera de las profesiones.
Hoy es el día que te enseñaré un trabajo donde tu contrato no vence nunca y que recibes el mejor salario del mundo. Un trabajo en el que no te tienes que preocupar por horarios, donde puedes trabajar y estudiar sin sobreesforzar tu cuerpo, donde puedes tener un seguro de sanidad y una remuneración que no te va faltar nada.
Es cuestión que tomes una decisión firme y recibas el entrenamiento que tu empleador tiene para ti. Lo puedes tomar como segundo trabajo o a tiempo completo. Tú decides.
Y el secreto es: trabaja para Dios. No es broma. Tú puedes ser un hombre valioso de Dios, usado para toda buena obra, ganando una remuneración muy buena departe de Jesucristo por llevar el evangelio a las personas que lo necesitan.
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a
vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos. (2 Corintios. 8.9)
Génesis 12.1-3: “Haré de ti una nación grande y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”
Génesis 13.1-4: Abraham obedece a Dios porque él cree en la prosperidad.
Génesis 14.19-23: La prosperidad de Abraham estaba en relación de su pacto con Dios.
Deuteronomio 28: La prosperidad viene de Dios. “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios.”
Juan 10.10: Jesús dijo: “He venido a darles vida en abundancia.”
Deuteronomio 8.18: Al estar en pacto con Dios tú puedes exigir que seas alguien prospero.
Marcos 4.26: Yo doy para ser prosperado por Dios.
Dios te bendiga. Recuerda que puedes comentar libremente ¡Deja tu comentario! ¡¡¡Gracias por tu Visita y No olvides regresar!!!
En todos los trabajos todos tenemos un contrato, pero ese contrato que genera obligaciones entre SOLICITANTE y TRABAJADOR se vence y viene el desempleo. El pan diario es la mayor preocupación de todas las cabezas de hogar en cualquier parte del mundo. Y no es neceario que digas si eres carpintero, albañil, técnico u cualquier otro oficio; o que digas que eres ingeniero, arquitecto, administrador, artista o trabajas ejerciendo cualquiera de las profesiones.
Hoy es el día que te enseñaré un trabajo donde tu contrato no vence nunca y que recibes el mejor salario del mundo. Un trabajo en el que no te tienes que preocupar por horarios, donde puedes trabajar y estudiar sin sobreesforzar tu cuerpo, donde puedes tener un seguro de sanidad y una remuneración que no te va faltar nada.
Es cuestión que tomes una decisión firme y recibas el entrenamiento que tu empleador tiene para ti. Lo puedes tomar como segundo trabajo o a tiempo completo. Tú decides.
Y el secreto es: trabaja para Dios. No es broma. Tú puedes ser un hombre valioso de Dios, usado para toda buena obra, ganando una remuneración muy buena departe de Jesucristo por llevar el evangelio a las personas que lo necesitan.
Trabajar para la Obra de Dios puede ser nuestro segundo
trabajo o nuestro trabajo a tiempo completo, es el camino nuevo a una vida de
humillación y de ver la mano poderosa de Dios cambiando vidas, restaurando
almas y sanando cuerpos. Es un trabajo arduo y duro, constante y sufrido, sin
embargo cuando trabajamos para Dios nunca quedaremos desempleados, nuestro
contrato de trabajo para Dios es ilimitado y él nos ha prometido que si
trabajamos para él llevando almas a los pies de Jesucristo, nosotros no
tendremos necesidades y las bendiciones económicas y espirituales
sobreabundarán en nuestras casas. Confía en Dios. Tú puedes aportar para la
obra de Dios, ya sea con mano de obra o
con dinero, de cualquier forma tu Dios nunca será deudor tuyo porque tú verás
que en la realidad cotidiana de tu vida serás prosperado en todo.
Génesis 12.1-3: “Haré de ti una nación grande y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”
Génesis 13.1-4: Abraham obedece a Dios porque él cree en la prosperidad.
Génesis 14.19-23: La prosperidad de Abraham estaba en relación de su pacto con Dios.
Deuteronomio 28: La prosperidad viene de Dios. “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios.”
Juan 10.10: Jesús dijo: “He venido a darles vida en abundancia.”
Deuteronomio 8.18: Al estar en pacto con Dios tú puedes exigir que seas alguien prospero.
Marcos 4.26: Yo doy para ser prosperado por Dios.
2Corintios 9.6-8: 8“Y poderoso es Dios para
hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas
las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;”
Confía y pon tu prosperidad en las manos de Dios. FELIZ DÍA DEL TRABAJADOR.
Dios te bendiga. Recuerda que puedes comentar libremente ¡Deja tu comentario! ¡¡¡Gracias por tu Visita y No olvides regresar!!!
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