Este es un regalo de bendición para todos mis visitantes. Me plació compartir esto con ustedes, porque sé que lo necesitan, porque sé que todos los días pasan horas difíciles y quizás muchos de vosotros estáis atravezando tiempos de enfermedades. Recíbelo con fe, pero no una fe vana en objetos inútiles (por más figura de Dios que tengan) sino una fe fundamentada en el personaje que aparece mencionado tácitamente justo en este capítulo: Jesucristo. No es el santo tal, ni la imagen tal la que te lleva a la salvación o la devoción que Dios quiere: es la fe en Jesucristo, su muerte y resurrección, es creer en la obra poderosa que HaShem hizo mediante su hijo unigenito que te dará eso que tanto anhelas. Recíbelo hoy y proclama con tus labios la profecía ya cumplida de Isaías 53.